2007/04/07

Oh, my car!

Yo soy un tipo peculiar con un Corvette. El coche es una pasada, pero no le he dado el uso que hubiera querido hasta el punto de que, en la actualidad y debido a una deuda contraída con mis queridos progenitores, lo tengo puesto a la venta (interesados contestar).


Es curioso eso de tener un coche de leyenda, hasta conducir un sueño como muchos dicen, más por las experiencias sociales que proporciona que por la conducción en sí misma. Cuando, como yo, eres tan rarito que no usas este coche para ligar en discotecas, ni para chulearte con él, cuando tu chica aun ni lo ha visto, es cuando verdaderamente puedes observar a la gente desde una óptica distinta.


¡Anda que no he tenido yo vivencias de coña con mi coche! Una vez, el padre de un amigo empezó a ponerlo verde: que si era una castaña por aquí, que si era una porquería por allá... y yo callado, escuchando la voz de la envidia más infantil; al final el señor, digo yo que escuchándose a si mismo y sus polladas, me dijo que bueno, que el coche para mi edad era una pasada, que habíamos hablado de los defectos, pero que era un cochazo... dos palmaditas en la espalda y adiós muy buenas. Ay, como me pude reir por dentro :-)


Otro chaval estaba hablando de su Golf o no sé qué en una fiesta, yo escuchando tranquilamente. Entonces otro amigo le dijo: "eh, ¡pero si éste tiene un Corvette!". El chaval que fanfarroneaba del Golf, sin que yo hiciera el menor gesto ni pronunciara palabra alguna, se quedó mirando al vacío durante apenas dos segundos, lo suficiente para delatar ese shock que sin duda atenazaba su débil psique... para luego cambiar radicalmente de tema como si nada. La verdad, también me reía bastante por dentro :-)


Y como estos dos ejemplos muchas cosas. Enseguida distingues a la gente que se alegra por ti y en todo caso te da una opinión constructiva, de aquellos que se retuercen por dentro, deseando lo que tienes, vilipendiándolo e insultándolo... pobrecillos.


Sobre mi coche, diré que es un 5.7 litros V8 con más de 300 caballos, al cual además le he metido diversas mejoras en forma de piezas de competición y tal. La verdad sólo verlo es una pasada, conducirlo toda una experiencia, realmente hay que sentirlo para entenderlo, nada que ver con otros coches. El modelo es de 1988, casi un clásico, y tengo la suerte de que funciona como un tiro, entre otras cosas porque su anterior dueño le cambió también un buen puñado de piezas y demás; este modelo, el C4, tiene una carrocería especialmente atractiva: no es tan agresiva como la del C3, casi de fantasía y poco práctica, pero tampoco ha perdido la esencia americana, como en mi opinión han sufrido los modelos posteriores.

En definitiva, por si vendo el coche, pues señores y señoras, qué menos que mostrárselo, ¿no? Sip, podré mirar al cielo estrellado y, con cara melancólica, decir: "yo tuve un Corvette...".

Un saludo!

PD: ¡gracias a Nash por las fotos!

1 comentario:

Mike dijo...

¡Horror, alarm, warning!!! Me ha dicho una persona muy allegada que, leyendo este post, ha tenido la sensación de que voy fardando de coche y regodeandome de que otros se retuerzan al verlo...

...jo-der...

A ver, para quien no lo sepa: siempre me ha parecido estúpido valorar a las personas por lo que tienen y no por lo que realmente son, tener este coche me parece una GILIPOLLEZ más allá de la formidable experiencia de conducción que proporciona. Pero no creo ser mejor ni peor que nadie por tener un Corvette.

Precisamente, en el post, trato de expresar mi sorpresa ante esa gente que SÍ vive en función de lo que tiene o dejas de tener, pobrecitos ellos. No he llevado mi coche a la puerta de ninguna discoteca, ni he corrido a decírselo a nadie, incluso hay un buen puñado de amigos que ni lo han visto, por Dios, espero haber dejado claro que éste no es mi estilo.

La frase final del post es una flipada que simplemente me gusta, porque tampoco vamos a hacerle ascos al cochecito. Pero vamos, que no creo ser nadie del otro mundo por tener un Corvette, simplemente una persona que ha podido conducir un coche muy famoso, desde luego no es nada trascendente.

Me ha parecido bien poner un post no para chulearme, de hecho tengo el coche desde antes de abrir el blog, sino sencillamente porque lo voy a poner a la venta y, hombre, no es un Fiat Punto, ¿no? Creo que no es malo querer mostrárselo a la gente, vamos, digo yo.

Un saludo!