2008/10/27

¿Amigos?

Continuando en plan escéptico-existencial, hoy estaba trasteando con el Facebook, que ante todo me ha parecido una herramienta formidable para encontrar a viejos amigos y conocidos, cuando de pronto he visto "Pepito Pérez" (vamos a poner nombre ficticio), doscientos y pico amigos, creo que doscientos treinta y algo. Uno se para a mirar las imágenes de esas caras sonrientes, a menudo buscando la mejor pose de revista, y no puede por menos que pensar... ¿amigos? Doscientos no sé cuántos conocidos, colegas, compis... y da gracias; pero amigos, como que no. La siguiente pregunta lógica sería si, entre tanta gente, habrá algunos que merezcan este calificativo, o si por el contrario serán todos, precisamente por su alarmante número, partícipes de un modo de vida del usuario, en este caso Pepito Pérez, más bien superficial. Luego reflexionas y te miras al ombligo, descubriendo que entre tus treinta y tantos amigos no todos son tales, ni mucho menos, y que el colegueo abunda más que otra cosa.

No pasa nada, está bien tener compis, lo malo es confundirlos con los buenos amigos, igual que confundir a estos últimos con la propia familia: cada cosa en su sitio. Con el tiempo, tal vez refugiado en un momento de calma existencial, empiezas a contar a los amigos con los dedos de una mano y, en la humilde opinión de un servidor, si no es el caso, entonces quizás estés contando a las personas equivocadas. La causa principal de esta deriva no es otra que una mayor exigencia, pues cuando eres más joven buscas simplemente a gente con la que hacer bulto: te ríes, te estás formando, enseñas y aprendes, transiges muchísimas cosas y, como mucho, te alejas de la gente verdaderamente problemática, aquellos con quienes realmente te encuentras mal. Pero con el devenir de los años, das un paso más: ya no desechas sólo a locos, maniáticos, o a personas sencillamente incompatibles... no. Empiezas a pedir algo más, a no querer hacer el mínimo esfuerzo por integrarte, a no aguantar la misma chorrada de siempre, sencillamente porque no tienes por qué. Te has formado como persona y empiezas a no soportar determinadas cosas: el que te cuenta la típica batallita de siempre -obviamente inconsciente de lo inverosímil que resulta-, el que tiene una manía desde hace años que curiosamente ahora empiezas a encontrar insoportable, el que te habla con una confianza que más bien delata falta de respeto, el que evoca tu amistad con él como carta blanca para pedir cualquier cosa, el que se permite darte lecciones en tono paternalista, incluso el que pretende ser muy amigo sin darse cuenta de lo poco que le importas.

Naturalmente, este estadio no implica ser mejor ni peor persona, pero sí creo que el ser consciente de esta realidad y sentirla como tal es un síntoma de que los años pasan. Por eso, a fin de cuentas, vemos a nuestros padres y contamos a sus amigos, pues eso, con los dedos de una mano. Nótese que he dicho los años pasan y no he hablado de madurez porque, si entendemos la misma como una cabeza amueblada, una mayor sensatez, etc., etc., entonces esto no tiene nada que ver: puedes ser todo lo exigente que quieras... y un completo gilipollas. Pero simplemente, volviendo al Facebook, me ha llamado la atención esto de los amigos y el ver, a fin de cuentas, como hay quien obviamente aun no lo ha entendido. Lo más entrañable de todo es ver a ese colega que te mira con cara aun inocente y cuenta contigo como el mejor de sus amigos, inconsciente de la realidad; y vuelvo a repetir: los colegas están fenomenal, pero creo que saber distinguirlos de los buenos amigos nos acerca un poco más, simple y llanamente, a la realidad de la vida.

Un saludo!

4 comentarios:

Jose Ignacio Hita Barraza dijo...

Hola Mike!

Es un asunto complicado este de los amigos, y además se te ha olvidado mencionar un factor muy importante, que es el temporal. Hay momentos en los que un amigo es una persona muy importante para ti, y al cabo del tiempo la relación cambia. O viceversa.

Yo prefiero pensar que una persona es mi amiga, aunque lleve mucho tiempo sin hablar con ella. Por ejemplo, sin ir más lejos, la amistad que tengo contigo va por ese camino, es decir, eres un tío de puta madre, me caes genial, te ayudaría si lo necesitases y sé que podría contar contigo si tuviese algún problema, te aprecio. Sin embargo, no nos ponemos en contacto con demasiadas veces ni sabemos mucho el uno del otro, posiblemente esto cambiaría si, por alguna casualidad, empezásemos a trabajar en la misma empresa, o fuesemos juntos cada semana a clases de algo, o similar. Entonces nos veríamos mucho más y seríamos grandes amigos. Sin embargo, somos las mismas personas, en otras circunstancias.

Yo considero eso en un amigo, es decir, que yo vea cómo es y que le aprecie, y que si no hablo con él todos los días sea por circunstancias de la vida, y no por ganas.

Que por cierto, a ver si nos tomamos pronto unas cañitas :D

Mike dijo...

Coño Xyph, ¡pero si ya daba por hecho que nadie me leería! Gracias hombre ;-)

Efectivamente, el tema de los amigos es complejo y se entremezcla con el tiempo y la distancia para desdibujar el panorama. Supongo que con la adquisición de nuevas responsabilidades, acaba siendo imposible mantener un contacto frecuente incluso con quienes más aprecias. En este sentido coincidiría contigo en que un amigo es aquel al que, por mucho tiempo que pase, sigues viendo con la misma confianza y, sobre todo, con quien te encuentras simplemente a gusto y de buen rollo, como he dicho en el post.

¿Pero donde pones el límite? ¿4 años sin ver a alguien es razonable para seguir hablando de amistad? ¿El tiempo no tiene nada que ver? Supongo que, a fin de cuentas, esto es algo que sencillamente se siente.

De todas formas, creo que la gente abusa del término amigo para referirse a un colega, por bueno que sea, ¡como si esto fuera algo negativo! Los hay, por otro lado, que no creen en los amigos en cuanto se han formado una imagen idílica de lo que deberían ser... Casi todos hemos pasado por esta etapa.

Sea como sea, lo importante es que tú sí eres de esas personas con quien me encuentro muy cómodo y a quien sin duda me gusta ver, llámese como quiera. Así que el sentimiento es totalmente recíproco majo ;-)

¡Gracias por leernos(me)!

Un saludo!

Jose Ignacio Hita Barraza dijo...

Jejejejeje, no lo dudaba muchacho!!!

La verdad es que el tiempo hace que se vaya perdiendo la relación, indudablemente, además, lo que realmente une a las personas es hacer cosas juntos, pasa lo mismo que con las parejas, cuando una pareja está muy unida es cuando hace muchas cosas juntos, y tienen gustos comunes.

De todas formas, yo me he sorprendido mucho de una cosa que me ha pasado hace poco, resulta que uno de estos amigos que apareció en Facebook hará cosa de un mes y pico, era un chaval con el que había sido uña y carne durante muchos años hasta octavo de EGB, donde él se fue a otro colegio y perdimos el contacto. Hará cosa de un mes (después de 12 años!!!) nos volvimos a ver, salimos de juerga, corrimos una carrera juntos y tal, y la verdad es que la cosa sigue como si hubiese estado congelada durante todo este tiempo, es increíble. Así que no sé, supongo que una amistad verdadera, es complicada de romper, por mucho tiempo que pase.

Y por supuesto que os leo, otra cosa sea que comente más o menos, pero leer leo mucho ;)

Un abrazo!!

Mike dijo...

Jejeje, años después, convulsa la vida, reviso mi cuenta de Facebook y ya voy por bastante más de cien "amigos"...

Un saludo!