2011/07/13

Machos VS Zorras

Muchas veces se me pasan ideas por la cabeza y me digo a mí mismo que tengo que escribirlas en el blog. Al final acabo no haciéndolo y, claro, las ideas se olvidan y esto sigue estancado. Ahora, sin embargo, voy a sacar un huequillo para compartir una reflexión que tuve hace poco sobre las relaciones entre hombres y mujeres, los prejuicios y demás.

Suele decirse que una mujer que se acuesta con muchos hombres es una puta, mientras que un hombre que hace lo propio es un macho. Me contaron un chiste, hace un tiempo, que decía así: "maestro, maestro, ¿por qué una mujer que está con muchos es una zorra y un hombre que está con muchas es el amo? Verás, querido discípulo, eso es porque cuando una llave entra en muchas cerraduras, es una llave maestra... Pero si en una cerradura entran muchas llaves, entonces es una puta mierda".

Lo reconozco, me descojoné. Pero además hubo algo que llamó mi atención: una especie de asentimiento inconsiente, de comprensión casi instintiva del chiste. Podría ser distinto: podrían decirte que los penes son pequeños gusanillos que corretean y el coño un devorador; y, cuantos más come mejor es el coño y, al revés, cuanto más huyen los penes mejores son... Pero algo pasa, algo no te hace entenderlo igual. La mayoría de gente atribuiría esta asociación de ideas a una cuestión meramente sociológica, pero a mi esto siempre me ha hecho mucha gracia, pues la sociedad forma parte intrínseca de lo que somos y es así por algo. No me conformaba, por tanto, con la idea de que estas asociaciones son producto de la tradición, el machismo, etc. Tampoco me valía la falsa y pre-progre conclusión de que en realidad es lo mismo, porque eso no se siente así, es mentira y lo es por algo. En definitiva, había que ir al por qué.

Vamos a aclarar un punto. Yo siempre he dicho que, ante todo, somos humanos. Los animales ahí están, pero nosotros somos seres racionales y por tanto personas antes que genitales. Por lo pronto, si una mujer es promiscua también lo es el hombre: desde luego no voy a colgarle ninguna medalla a un tío que va usando chicas como latas de Coca-Cola, no si de ella pensaría que es una fresca. Y, al revés, si admito que un tío es la caña por cepillarse a todo bicho viviente, entonces también debo aceptar que una muchacha "cow-girl" se lo pasa pipa. Pero entonces, ¿por qué esa intuición que decía al principio? En definitiva, ¿tiene algún sentido?

Me di entonces cuenta de algo muy sencillo, que no por ello simple. Refiriéndonos al plano puramente instintivo y entendiendo como tal el fin último de la procreación, hombres y mujeres tenemos un comportamiento muy distinto con respecto al emparejamiento. Los machos mamíferos, en la naturaleza, deben cubrir a cuantas más hembras puedan para así aumentar las probabilidades de tener descendencia; buenas caderas y poco más, cuantas más mejor. Pero a las hembras no les vale de nada que se las follen 50 machos distintos: les sirve más que el más fuerte, potente y destacable posible se las folle todas las veces que haga falta hasta dejarlas embarazadas y, si encima se queda para protegerlas, mejor (sobre todo teniendo en cuenta la extrema dependencia de las crías humanas comparadas con las de otras especies). Podría decirse que los hombres ponen las semillas y las mujeres las cuidan y, de hecho, hay muchas culturas humanas bastante atrasadas donde sólo hay matriarcados porque la figura del padre, literalmente, no existe; y tampoco es raro ver al hombre con "la madre de sus hijos" y varias muchachitas para desahogarse... en fin. Las mujeres no van a tener más hijos porque se lo monten con muchos machos, pero al reves sí que ocurre: como decía, sencillo que no tan simple. Es por eso que, siempre en el plano instintivo, los hombres irían buscando a mozas de buen ver para tirarse y las mujeres, en su lugar, querrían para ellas al macho más llamativo y seguro y, además, al que demostrase un mayor interés por ellas y no se fuese con otra a las primeras de cambio (la idea es que, pudiendo hacerlo, no lo hiciese). Por eso a una mujer le gusta sentir que se la gana, que es diferente a las otras chicas de la discoteca, aunque muchas veces es mentira y ella acepta de buena gana este teatro para satisfacer sus "requisitos" y entregarse. Esto daría lugar a otro tema que ya toqué en su día, sobre lo que entienden las mujeres por seguridad e inspiración, y las contradicciones que esto les produce. Pero bueno, vamos a centrarnos. Voy a decirlo de una forma más: la misma atención que pone el hombre en mirar a muchas chicas, es la que pone una mujer cuando ve a ESE hombre y piensa que se lo comería entero; por eso suele decirse que, de un grupo de 10 personas del sexo contrario, a un hombre le valdrían 8 y a una mujer 2 o 3, y es algo bastante cierto, o al menos esa sería la tendencia natural. Por todo esto y, a estas alturas, por puro sentido común, parece que definitivamente no es lo mismo para un hombre que para una mujer, a pesar del bombardeo mediático que busca la papilla social de becerros clónicos y adoctrinados.

Sin embargo, como he dicho dos párrafos atrás, no me valen los instintos cuanto todos somos, ante todo, seres humanos racionales. No justifico, por ejemplo, la infidelidad del hombre porque "lo lleva en los genes". Eso son chorradas, para algo nos sirve el cerebro. Pero evidentemente puede haber tendencias que nos dictan nuestros impulsos más primitivos y que, al mismo tiempo, son perfectamente entendidas cuando nos cuentan el chiste del principio y, por tanto, pasan a formar parte de la sociedad. Por lo tanto, querido lector, si eres de esos que piensan que todo es lo mismo y lo dices orgulloso como quien repite la tabla del 2, piensa en cuanto he dicho; y si te estás frotando las manos porque este post justifica lo machista que eres... también, piensa en cuanto he dicho ;-)

Para mojarme, ¿mi postura? Quien me conoce sabe que siempre he vinculado el sexo a las relaciones humanas (no necesariamente de pareja, pero al menos de cierta confianza) y su práctica sin ningún tipo de empatía me parece uno de los males endémicos de esta sociedad, claro reflejo de la convivencia fría e impersonal que se va imponiendo; sí, quizás pienso que en el caso de una mujer es aun más raro y antinatural, pero desde luego nunca he admirado a supuestos machotes que van de flor en flor como una polla con patas.

Un saludo!

3 comentarios:

j.of.the.houses dijo...

La verdad es que ya sabes que aunque los chicos solemos separar más fácilmente los sentimientos que las chicas en cuanto al sexo, estoy contigo. Prefiero unos sentimientos de cara a arrancar algo o al menos una empatía antes que lo de la lata de cocacola ;-)

No obstante, si chico y chica están de acuerdo, también pueden ser dos latas :-)

j.of.the.houses dijo...

De todas formas tengo que añadir que cada vez más esto está más equilibrado entre las relaciones chico- chica ¿no?

Yo creo que ahora el machito de turno o el pibón del verano a secas, salvo para un divertimento puntual muchas veces están para lo que están y no suele ser fácil arrancar una relación..

Mike dijo...

A ver, voy a matizar eso tan típico de "si los dos están de acuerdo...". Sí y no, me explico y así de paso desarrollo más mi idea de que el ser humano es antes persona que animal.

El que piensa que dos latas de Coca-Cola, como dices, es una experiencia tipo peli porno, es sencillamente porque no ha tenido ni una sola vivencia de esas o, al revés, porque ha tenido demasiadas...

Lo normal en esos casos es que el pudor, la vergüenza y el respeto minen en parte la experiencia; y, cuando eso deja de pasar, precisamente es porque has perdido ese pudor, esa vergüenza y ese respeto, y es entonces cuando empiezas a usar a la gente como cosas. O dicho de otra forma, es entonces cuando te comportas como digo en el post y dejas aparcada la empatía característica del ser humano (algo sostenido por la psicología); siempre he pensado que eso tiene muchos otros costes a nivel personal y así me lo ha parecido.

¿Se puede hacer? Claro que sí y no te va a pasar nada. Ten en cuenta que no te hablo de unas veces, te hablo de adoptar este comportamiento como normal y casi único. Y, en mi experiencia, puedo decir que quienes van de flor en flor y, siento decirlo, especialmente las chicas, suelen tener problemas de ansiedad, inseguridad, algún rollo con su padre, etc.

En el caso de los tíos parece que encaja mejor por cuanto decía en el post, pero me sigue pareciendo un comportamiento extraño siempre y cuando se vuelva costumbre. Como digo la excusa de la tendencia natural no me basta en el caso del ser humano. Claro que, hablando de los hombres, habría que distinguir además cuántos mienten y en realidad no se ha comido ni un rosco, algo penoso y bastante común. El que hace esto obviamente no debería ni opiniar de lo que quizás anhela entre pajas, pero no ha probado en la vida. Además, el que miente con esto es tan completamente ajeno a la realidad que se acaba creyendo su mentira y se le acaba notando a la legua, sobre todo cuantos más años pasan, porque en la adolescencia el índice de fantasmeo varonil es del 80% pero se nota menos.

En definitiva no creo que las latas de Coca-Cola felices sea la tendencia "natural" (en cuanto humana), aunque supongo que puede haber casos en que conectes muy bien con alguien al poco tiempo, ninguno queráis nada y la experiencia sea muy satisfactoria... Pero desgraciadamente no es común y se deben dar muchos factores para materializar este marco ideal. No se puede hablar de generalidades basándose en situaciones excepcionales.

El mensaje de "si los dos quieren", que hace no tantos años sería de llevarse las manos a la cabeza (tampoco me parece bien), no sólo es en buena medida falso, sino un adoctrinamiento sociológico perfectamente diseñado...

...Pero esa es otra historia.