2006/09/04

Despedida







Querido amigo,

Siento no tener la valentía de despedirme de otra forma, pero es la única manera que encuentro de salir huyendo. Son muchos años soportando cómo me robabas la gloria que me correspondía, adjudicándote en público la autoría de mis diálogos, viendo como me reducías a un mero comparsa de tus actuaciones.

Estoy harto de alimentar esta farsa, no habrá más tediosas grabaciones repitiendo las escenas una y otra vez por tu manifiesta incompetencia. No tendré que aguantar cómo te invitan a todos los late shows, te piden autógrafos y te dan los premios surgidos del fruto de mi talento. Ningún manager ni productor de tres al cuarto volverá a repetirme que eres tú a quien la gente adora, que asuma mi papel secundario y acepte las migajas que estés dispuesto a compartir.

Eres un arrogante sin talento, has destrozado mi carrera y mi vida aprovechándote de mi debilidad por ti. Sabes que nunca he podido concebir mi vida alejada de tu monstruosa compañía, que cada vez que una de tus fans subía a tu habitación y dabas golpes en la pared con los barrotes de la cama para que te oyera, yo agonizaba de rabia y los celos me consumían. Cuando venías a visitarme de noche yo rezaba para que el tiempo se parara, soñando con una vida alejada de las cámaras y los focos, solos tú y yo. Pero eres un cobarde y por la mañana volvías a tratarme con el mismo desprecio, me insultabas y me hacías sentir sucio, vacío, insignificante.

Ahora quiero ver qué haces sin mí, quién aguantará tu carácter huraño, ese narcisismo insoportable te acabará pasando factura porque los años pasan, querido amigo, y tu piel cada vez es menos tersa y tu sonrisa cada vez menos irresistible. Pronto a la gente le empezará a cansar tu voz aterciopelada y se olvidará de ti. Porque mis diálogos eran lo que de verdad les mantenía pegados a la pantalla, eso lo sabes tan bien como yo y conviene que no lo olvides.

A partir de ahora trabajaré en solitario escribiendo mis propios monólogos en clubs nocturnos para gente capaz de apreciar la esencia de lo que escribo, sin necesidad de adornos, conseguiré sobrecoger a los noctámbulos que vengan a verme y les regalaré un momento de felicidad, nunca es tarde para cumplir un sueño, y yo acabo de dar el paso más importante.

Querido amigo, me voy para siempre, puedes quedarte con todo menos con una cosa, el pato de goma me lo llevo. Es lo mínimo.

Siempre tuyo,

Blas.

7 comentarios:

Ramsey dijo...

Amor mío, no sé cómo has podido hacerme esto. Siempre te quise, pero sólo ahora, en tu dolorosa ausencia, puedo hacértelo saber abiertamente en una nota que, de alguna manera, espero llegue hasta ti.

¿Recuerdas cuando nos conocimos? Tú paseabas con Gustavo, y nos encontramos casualmente por la calle. Él nos presentó. Era un día frío, y llevabas ese jersey a rayas negras y naranjas que tanto realza tu estatura y te hace parecer un coloso a mis ojos. De inmediato admiré aquellas cejas espesas y varoniles, y me perdí en tu mirada oscura y penetrante. Entonces, hablaste: ¡cuánta belleza brotando de tus labios! ¡Cuánta sabiduría en cada palabra! Terminamos el día en ese café pequeñito del barrio francés, tú y yo solos, hablando de nuestros sueños.

Después comenzamos a vernos, y, en cada cita -cita para mí, ya que tu nunca me viste más que como un amigo-, yo intentaba expresar sin éxito lo que sentía. Te amaba, te amo. Pero siempre tuve miedo al rechazo, y, no siendo tan diestro con las palabras como tú, me bloqueaba, era incapaz de mostrar el deseo abrasador que me consumía. Pasado un tiempo, me ofreciste vivir contigo en un piso, y pensé que tal vez podría haber algo más entre nosotros, pero tan sólo buscabas compartir gastos con algún compañero de trabajo. A partir de ahí, todo ocurrió muy rápido...

Yo estaba cansado de ir de casting en casting para acabar actuando como secundario en espectáculos de pésimo gusto. Tú querías hacer un número cómico sencillo, con dos personajes hablando ante la cámara, en una situación divertida. Naturalmente, la idea de crear algo juntos me hacía feliz, y acabámos interpretando aquella payasada sin presupuesto y con mucha imaginación en la habitación de nuestra casa. El éxito fue tan increíble e inesperado que tardé en darme cuenta de su magnitud. Tú, no. Y, lo que creí que nos uniría, acabó destruyendo la posibilidad de una auténtica vida juntos.

Soy una persona ingenua, y no me percaté enseguida de lo mucho que me despreciabas: pensaba que tu actitud altanera y tu sequedad formaban parte, de algún modo, del espectáculo. Que, devorado por tu personaje, te costaba volver a ser tú mismo. Pensé también que no era importante, y que finalmente se te pasaría. Pero no. Cada vez me tratabas peor, hasta que un día, al ir a la cama y encontrar tan sólo asco y desdén en ti, comprendí que jamás habría algo serio entre nosotros. A partir de entonces, sabiendo que jamás podría tenerte, caí en una espiral de alcohol, sexo y drogas que sólo consiguió que, día tras día, me despreciaras más. Y así hasta hoy.

Ahora veo que nunca entendiste nada, y que el cariño que, creía, me tenías, tan sólo fue fruto de mi profunda pasión. No puedo dejar de quererte, y ya no te veré más. La vida ha dejado de tener sentido, y soy un estorbo para cuantos me rodean. Sólo te pido una cosa: que, en el futuro, recuerdes que hubo alguien que te quiso más que a la vida misma, y que jamás te deseó ningún mal.

Te amo.

Epi.


---Epi fue encontrado muerto en la bañera de su casa. Una sobredosis de somníferos acabó con una triste vida de dolor, soledad y éxito. Demasiado para un simple muñeco de trapo---

Mike dijo...

¡Bueno chicos, espero que haya quedado clara la diferencia entre amor y amistad! ¡Amor... ... ... amistad! ¿Es fácil, no?

En el caso de Epi y Blas, ambos sentiemientos se confundían a diario, produciendo una convivencia cada vez más apasionada en el mal sentido, vamos, enfermiza, nauseabunda, esquizoide, ¡vaya!

Recordad chicos que si, acostados con la persona de turno, sentimos como nuestro paquete se hincha y, a la mañana siguiente, los huevos duelen y están coloraos, ¡tal vez algo se mueva en vuestro corazoncito! Es mejor arremeter en medio de la noche, como un lobo hambriento, que contener tanto amor en los probres cataplines, ¡que luego pasa lo que pasa!

Como habréis podido comprobar, el pobre Blas estaba deseando sentir entre su culo redondo y mazizo ese pedazo de chorizo, cortesía de Epi. Pero las cosas no pudieron ser y, ahora, en fin, ahorradme los comentarios.

Así que ya sabéis chicos, ¡no confundáis amor... ... ...y amistad!

By Coco

Serge dijo...

... Gracias Coco por tu acertado análisis, es escalofriante la historia de estos dos muñecos, que pese a haberlo compartido todo durante años, nunca llegaron a entenderse. ¿Qué habría ocurrido si hubieran desnudado sus sentimientos antes? Qué compleja es el alma de espumillón amigos.

La cuestión está ahora en saber ¿Dónde está Blas? la policía continúa buscando el rastro de la veterana estrella de la televisión que desapareció justo el día en que se hizo pública la muerte de su compañero. Las especulaciones apuntan a un posible suicidio,pero no se ha encontrado nota, ni señales que confirmen esta teoría.

Seguiremos atentos e informando aquí, en Barrio Sesamo. Con ustedes Gustavo, el reportero más dichararachero.

Nash dijo...

Dios... qué historia más triste!!
¡Qué intensidad! ¡Qué dramatismo!

Una lágrima furtiva luchaba por escapar de mi ojo derecho según avanzaba, palabra tras palabra, hacia el terrible e inevitable desenlace... Tíos, me ha llegao...

Gracias Epi. Gracias Blas.
Allá dónde estéis.
Por todo.

Anónimo dijo...

Ahora yo me pregunto..¿Y si hubiera utilizado la táctica de jackie como oso polar hubiera cambiado algo?

creo que ya nunca lo sabremos...

Serge dijo...

Jajajajaja

El blog habría salvado una vida de trapo, lástima.

Mike dijo...

Creo que en este caso hablamos de dos Jackies, un fenómeno particularmente extraño, que suele finalizar cuando encuentras a una pareja en el McDonalds y uno le sopla a la cara del otro con la pajita de la Coca-Cola mientras los dos ponen cara de gilipollas extasiados... ¡Ah, qué bello es el amor!

Lástima por Epi y Blas, que se adentraron en senderos mucho más oscuros, sin duda por el éxito de la fama.

Un saludo!