2007/11/21

Un recordatorio de la extinta revista "Nueva Dimensión"

Elogio del suicidio

Recientemente, los medios de prensa de Barcelona se vieron agitados por una noticia que causó honda impresión, por tratarse de quien se trataba: uno de los profesionales más honrados del periodismo –que adicionalmente era lo que se llama “un pedazo de pan”- se había suicidado.

Respetado, y aún casi amado por todos, su posición laboral no justificaba el hecho, pues, además de ser responsable de una de las más válidas revistas políticas no alineadas del país, tenía más trabajo del que deseaba, y eran frecuentes sus negativas a aceptar encargos, negativas justificadas con un “ya me gano la vida con lo que hago, ¿para qué me la voy a complicar más?”.

Lo que sí era evidente era que algo fallaba en él. Y, según todos los indicios, lo que le fallaba era la vida afectiva.

Para una categoría reducida de personas –reducida con respecto a la masa general de la Humanidad- este problema es cada vez más apremiante.

No creo estar descubriendo nada nuevo al hablar de la soledad, pero lo que sí es cierto es que este problema está alcanzando cotas muy altas en nuestra sociedad actual. Con su masificación, su anomia y su ruptura de los esquemas tradicionales familiares, la sociedad de consumo está aislando cada vez más al individuo.

Encerrado en su cubículo, desprovisto de lugares en los que conocer a otras personas -¿dónde están los paseos en los que se veía a todo el mundo, o las terturlias de café en las que se encontraban los amigos?-, luchando por pensar en un ambiente cada vez más dado a lo “predigerido” en lo intelectual, el ser pensante se haya cada vez más solo.

Y hablo del ser pensante porque para mí –y que me perdonen los que se puedan sentir desfavorablemente aludidos- la raza humana se está dividiendo, de un modo cada vez más claro, en seres pensantes o no. Los pensantes –repito que todo esto es una elucubración personal, que supongo podrá ser cuestionada por muchos-, son los que se dan cuenta de lo que realmente pasa, los que hacen críticas de las situaciones concretas… los que, en suma, están bastante desengañados de todo y de todos. Porque creo que el ser pensante lleva, a la larga, al cinismo, al desengaño y la depresión.

Los otros, los que no piensan, lo tienen todo más fácil; la sociedad de consumo les ha puesto en las manos una serie de juguetes, y ellos se alienan a gusto con ellos: con su televisión, su fútbol, su casita en el campo, su mujer y sus hijos, su paga extra…

Y miren lo que son las cosas, los pensantes –y esto no es sólo opinión mía, sino que la comparten algunos otros con los que la he comentado- llegamos a envidiar a los no pensantes. Hay momentos, momentos negros de desesperación, en los que a uno también le gustaría pasárselo pipa viendo la tele, rugiendo en el fútbol… o creer en la sagrada institución del matrimonio.

Así las cosas, a los pensantes nos quedan una serie de refugios, a los que acudimos cuando aprieta la soledad: el trabajo, las drogas –y no piensen muy mal, que aquí incluyo desde el alcohol al café, pasando por las yerbas y otros exotismos-, los objetos…

Pero son soluciones de repuesto, y uno –que por algo es pensante- lo sabe muy bien. Y se cansa de ellas. El trabajo ayuda mucho, pero a medida que uno llega a cotas más altas, se lo mira con una cierta condescendencia, pues no es lo mismo luchar por destacar que haber llegado ya a una posición que uno conoce como su tope –por muy buena que sea esa posición-. Y las drogas le dejan a uno muy pachucho, y los objetos restan libertad y acaban por hacerse obsesivos.

Total que, a la larga o a la corta, nuestro buen pensante se vuelve a encarar con su problema, el único problema, el de la soledad.

Y no es que no lo solucione: lo cierto es que –a temporadas- uno logra no estar solo. Pero, siendo pensante, se da cuenta de lo contingente que es ese no estar solo, y sabe que está emplazado, que la relación se deteriorará –cosas de la dinámica de la vida-, y que volverá a estar con su vieja compañera… como decía el poeta:

“Soledad, vieja amiga,

la única fiel.

A veces creo haberte dejado atrás,

en el camino,

pero siempre estás ahí,

esperándome”

Y perdonen la traducción literal.

Entonces, a cada nuevo reencuentro con la soledad, y cuando ésta logra arrollar las débiles barreras –el trabajo, las drogas, las cosas- uno se hace la misma pregunta: ¿para qué seguir?

Y surge la idea del suicidio.

¿Qué por qué no se suicida uno?

Aquí ya no me atrevo a generalizar. Hablaré de mi caso personal.

Digamos que hay mucho de cobardía, cobardía disfrazada de optimismo –llámenlo curiosidad si lo prefieren-: ¡quién sabe lo que pasará mañana! Y con esta cantinela, uno espera… como si no supiera que el mañana no será mejor.

Pero claro, como ya he dicho –creo que hasta la saciedad-, uno es pensante. Y, como tal, tiene a orgullo moverse en unos esquemas lógicos. Y llega un día, mucho más lúcido que los demás, en que se presenta ante el problema sin subterfugios, sin autoengaños.

Y sabe, de un modo definitivo, que no vale la pena seguir… y no sigue.

Ese día te llegó a ti, amigo al que está dedicada esta reflexión, y supongo que nos llegará a muchos. Tú nos has abierto la puerta.

Luis Vigil

[editorial de Nueva Dimensión nº 95, noviembre de 1977]

13 comentarios:

Ramsey dijo...

Hay textos que nunca pierden actualidad, y este es uno de ellos; espero que os haya llamado la atención. Mientras, sigo transcribiendo editoriales y otros artículos interesantes, maniobras previas a la apertura de los "Archivos de Nueva Dimensión", copyrights mediantes, claro está :)

Mike dijo...

Me quedo con dos reflexiones: que los objetos pueden llegar a obsesionarnos y que esa soledad que acusa el texto, en pleno siglo XXI, ha degenerado directamente en deshumanización; la gente ya no está sola, simplemente forma parte del grupo, se ha vuelto impersonal.

Muy bueno también lo de los pensantes y no pensantes, gran verdad. Luego está el enorme grupo de los gilipollas, que pueden ser pensantes y no pensantes por igual :-)

Un saludo!

Nash dijo...

Joder, acabo de publicar un comentario curradísimo y se debe haber perdido... en fin.

Pues eso, Ramsey, que interesante artículo. Algo exagerado, pero mola, y es de actualidad aunque tenga 30 años.

Lo que creo que no comprendo es el comentario de Mike. Creo que lo hemos entendido al revés... la gente sigue estando sola, más que nunca. La gente que forma parte del grupo son los "no pensantes". Ah, y sí, hay gilipollas en ambos grupos, pero no por igual... ni mucho menos. Taluego!

Mike dijo...

Me estaba refiriendo concretamente a internet: ha conseguido transformar ese hastío existencial en una identificación con el todo... chats, series, juegos... pero en las sociedades modernas sigue faltando un toque de humanidad; ahora se compensa formando parde del grupo, siendo un personaje inventado, viendo lo que todos ven...

La gente está más comunicada que nunca y sin embargo sigue estando sola, aunque no como hace 30 años, al menos en mi opinión. El texto, por lo que entiendo, se refiere al "desarrollismo" propio de aquellos años, pero habla de personas solas... yo ahora veo zombies que ya no se sienten tan solos, aunque lo estén.

Por cierto que me hace gracia como se refiere al matrimonio, cuando ahora es todo lo contrario... ¿Quién se lo hubiera dicho al Sr. Vigil?

Para acabar, debo mantenerme en mis trece: la habilidad de pensar NI MUCHO MENOS garantiza la no-gilipollez e incluso, me atrevería, los grandes gilipollas tal vez sean todo lo pensantes del mundo, aunque terriblemente equivocados. Otra cosa es que hablemos de simples bobos...

Un saludo!

PD: Ramsey, para no pontificar, empezamos bien, ¿eh?

Ramsey dijo...

Pues yo pienso que las nuevas tecnologías no han hecho sino aumentar la soledad del individuo y su distanciamiento real hacia los otros: tal vez se puedan compartir más ideas, pero no la intimidad que da el trato directo y cotidiano. Por eso me parece que este texto resulta casi más actual ahora que entonces.

Un saludo!

P. D.: Para los curiosos, el comentario suprimido es igual que este, solo que le faltaba una palabra en mitad de una frase y la he corregido :)

Ramsey dijo...

Y Nacho, rebusca en tu interior y reenvía ese comentario curradísimo porfa! (sí, estos días estoy muy curioso)

Anónimo dijo...

Tanto pensante y no pensante, no os preguntais el porque de esas soledad creciente? es facil culpar a la sociedad actual, pero esa soledad empieza temprana, el niño que no hace amigos, el niño timido, el niño gordito, el niño gafitas, el niño que crece con sus dificultades y se convierte en ser adulto.

En la persona que se centra en sus ambitos de interés que a lo mejor poca gente comparte, tan poca que en ocasiones nunca se llegarán a conocer los unos a los otros. La sociedad actual tiende a la soledad y individuación extrema, pero en manos de las personas esta solucionar eso, acaso no es posible hacer amigos?¿ Otra cosa es que cada vez nos volvamos más exigentes con las personas que queremos que esten a nuestro alrededor. Actitud que ayuda a acrecentar esa soledad, es que don pepito es un gilipollas, es no pensante, de manera que don pepito queda descartado de nuestro circulo social, no habeis pensado que a lo mejor no conoceis lo suficientemente bien a don pepito?¿
(esta mierda tan pequeña para escribir raya de cojones)

Eso de ser pensante o no pensante, es una interpretación curiosa pero a la vez simplona, no me interesa conocer a gente nueva a fondo, por eso los determino no pensantes.
Porque amigos en más o menos cantidad todos pensamos, unos de una manera y otros de otra (unos votan a la derecha otros a la izquierda, con sus motivos, sus ideas y sus propias interpretaciones de la realidad), que facil es echar la culpa a agentes externos.

Pero la solución casi siempre esta en nuestras manos, y el suicidio no es viable, más que nada porque el 90% de los suicidios los cometen personas que sufren trastornos mentales, el 10% restante, me atrevo a decir que no se conocen las verdaderas causas y no se atreven a aventurarlo, pero quitarse la vida no suele ser un signo de cordura.

Llamadme optimista, pero internet y las nuevas comunicaciones son una via para solucionar esa creciente soledad. Por cierto el tipo este se suicido también?¿ eso de tu nos has abierto la puerta suena bastante suicida.

Mike dijo...

Ramsey, se te está pirando: lo del comentario suprimido iba en mi post, no aquí... En cualquier caso y ante la duda, lo he vuelto a borrar, ¿qué os cuesta marcar la casillita de "borrar para siempre"?

Si estaba ahí aposta, queridos lectores, os contaré que aparecía justo antes del último comment de Ramsey y rezaba lo siguiente:

"COMENTARIO SUPRIMIDO

El autor ha borrado el contenido de este comentario."

O algo así, nada del otro mundo XD

Un saludo!

Mike dijo...

Ah, y Kike, te he leído y creo que internet, como he dicho, ha ayudado a paliar esa soledad y, quieras o no, la editorial de hace 30 años ni se lo imaginaba, por mucho que se adelantara a su tiempo. Pero esa soledad, insisto, ha dado lugar a una falsa sensación de identificación con el todo, que nos dan servido en potitos.

Es decir, ese anhelo ya no existe, o mucho menos, pero debería. De este modo, la gente no es consciente de su verdadero aislacionismo y resulta más maleable e impersonal.

Con respecto a los gilipollas, Ramsey tiene razón en una cosa: es una cuestión de compatibilidades. Sin embargo, cuando un individuo no es compatible con el 90% de la gente e incluso así asá con el otro 10%, podría definírsele como gilipollas universal XD ...y viceversa, claro, es decir, si un individuo sólo cae mal al 10% de la gente, tal vez sean ellos los gilipollas :-)

Hasta aquí me parece obvio, no hay más remedio que generalizar. También está el grupo de los que caen bien a unos, mal a otros, que supongo somos casi todos en mayor o menor grado.

Luego bien es cierto que, según vas creciendo, cada vez te vuelves más exigente, supongo que es ley de vida, pero encontraría la explicación en la falta de tiempo: cuando no tienes tanto tiempo libre o no ves a un grupo de personas por imposición, empiezas a notar que realmente has dejado de ver algunos. Sin embargo, no tienen por qué ser gilipollas o no pensantes, puede que simplemente prefieras a otros.

Por último escribiría algo sobre esa gente a la que no ves, pero quieres un montón, sentimiento raro este, del que ahora mismo no tengo ganas ni tiempo de hablar, ¡que me voy a Gandía!

Un saludo!

Serge dijo...

Gandía!! eso va de playa no??qué capullo como vives...

Me ha encantado el artículo,espero no llegar muy tarde a los comentarios...

Aunque yo no elogie el sucidio, esa división de pensantes-no pensantes es desgraciadamente muy acertada. Quiero destacar el hecho de que los pensantes se encuetren entremezclados y muchas veces camuflados con el resto. Los que no se suicidan o se entregan al abatimiento se relacionan con los demás (no pensantes en su inmensa mayoría) y "mimetizan" su comportamiento (se casan, fichan por las mañanas, etc..) por una simple cuestión de supervivencia(no quedarse solos o no perder un trabajo, por ejemplo).

Pero aunque aprendan a comportarse como los no pensantes conservan esa capacidad que les lleva a sufrir en silencio durante toda su vida, pues saben que aunque lo intentaran ningún marido/ esposa no pensante podría llegar a comprender las razones de su tristeza.

Estos y los no pensantes que se dedican a comer, dormir, trabajar y procrear de forma gregaria lo único que hacen es contribuir a un plan cuidadosamente prediseñado por un tercer tipo sobre el que creo,no habéis hablado:

EL SER PENSANTE HIJO DE PUTA, mucho peor que el pensante-gilipollas de Mike, porque este es el que de verdad ordena el sistema en su beneficio, de forma que neutraliza al ser pensante, al que percibe como peligroso y le obliga a camuflar su capacidad, ya que si se descubre, sería condenado al ostracismo y la soledad en forma de despido, divorcio...(algo que al ser pensante le aterra y por lo que "vende" parte de su libertad.

Nash, queremos ese comentario!!!!

Ramsey dijo...

Sólo puedo decir que, como todos aqui, me conecto a menudo, me encanta navegar, y me parece que Internet resulta útil y positivo para gran cantidad de cosas, aunque no veo nada claro su papel sociabilizador.

Lo que pienso: más bien la red ayuda a encontrar personas con intereses comunes, a compartir aficiones e incluso ideas, algo fascinante y necesario, pero, obviamente, el trato humano se vuelve más frío. La gente medrosa puede encontrar en Internet una buena excusa para prolongar su timidez camuflándola bajo una pátina de sociabilización, cuando lo que en realidad ocurre es que se están intentando compensar unas necesidades sociales con algo parecido pero que no es igual. Se trata de un autoengaño, en el que yo mismo he caído, que se produce de forma absolutamente inconsciente.

Por cierto Kike, gracias por escribir; a mí, personalmente, la argumentación de Vigil (que no se suicidó, trabajó en Nueva Dimensión seis años más, y después ha gestionado otras 20 revistas) también me parece algo simple -más que simple radical-, pero muy útil para generar una cierta polémica.

Y el corolario de Sergio es impagable. ¡Acabemos con los pensantes hijos de puta! ;)

Un saludo,

Ramsey

P. D.: Miguel, es que, en efecto, yo también he suprimido un comentario y estoy tan espeso que no lo había borrado como es debido.

P. D. (2): Comentario de Nash ahora!!!!!

Anónimo dijo...

Yo digo lo de internet, porque esa barrera fria, se puede romper, yo he conocido gente de internet, incluso estuve medio saliendo y felizmente enamorado de una chica que conoci por internet.

De ahí el papel socializador, eso si, hay que querer conocer a esa gente.

Un saludo.

Ramsey dijo...

Por supuesto, esa barrera se puede romper, yo me refiero a la gente tímida que utiliza Internet precisamente para no acercarse a otras personas físicamente y a la vez tener la sensación de socializar, un apaño que perpetúa ese alejamiento de los demás pero de una forma menos obvia. Para la gente que de por sí es abierta la red está genial!

De todas formas, todo esto que digo no son más que elucubraciones, lo que sí me parece de cajón es que la red aporta múltiples beneficios a todos y, también, crea algunos problemas. Como casi cualquier medio de difusión: la televisión (con sus documentales por un lado y sus programas basura por otro) o la radio (con sus espacios culturales y musicales por un lado y Losantos por otro :))

Un saludo!

Ramsey