2007/06/13

Perdone usted, ¿para guardar mi Seat tengo que pagar por un Ferrari?

Pues eso, un breve post tan sólo para decir, porque hay que decirlo, como está el tema inmobiliario en este país, tema que ya hemos tocado por encima. El caso es que mi madre ha llamado a una señora particular tras ver el anuncio de una plaza de garaje a la venta, concretamente en la calle Cervantes del céntrico Barrio de las Letras.

La señora, primeramente, se ha puesto a dar explicaciones no solicitadas y ya sabemos lo que dice el refranero romano: excusatio non petita, accusatio manifesta. Que si es de nueva construcción y, lo más gracioso, que cabe un coche cómodamente, ¡no te digo! Al decirle a mi madre el precio de 150.000 euros, ésta le ha respondido: "¿eeeh? Perdone, creo que se me ha ido la cabeza, me lo puede decir en pesetas?". La señora, con gran parsimonia: "son 25 millones de pesetas".

Mi madre se ha limitado a exclamar "qué barbaridad, el mundo se ha vuelto loco" y colgar. ¡Joder, si mi casa me ha valido un poco más! 150.000 euros por una plaza de garaje... delictivo. Se abriría aquí un abanico fascinante sobre la conducta humana, un tema apasionante a tratar, que básicamente explica por qué algunos sistemas han fallado estrepitosamente, a saber: ande yo caliente y ríase la gente.

¿Que así sólo engorda la burbuja inmobiliaria? ¡Ande yo caliente y ríase la gente!

¿Que su propio hijo lo tendrá más difícil el día de mañana? ¡Ande yo caliente y ríase la gente!

¿Que es inmoral pretender comprar un garaje por 3 millones y medio y tratar de venderlo, al cabo de unos pocos años, por 25, aprovechando la falta de aparcamiento en un barrio problemático? ¡Ande yo caliente y ríase la gente! También podría aplicarse, en este caso, el maravilloso y muy cierto dicho de tonto el último...

¿Que juanita vende su ático de 12 metros cuadrados por 25 millones? ¡Tonto el último!

¿Que mi casa me costó 225.000 pesetas y ahora se están vendiendo por 30 millones? ¡Tonto el último!

Así funcionamos, básicamente. Por eso, cuando alguien es realmente capaz de controlar a las masas de forma bovina, suele pasar algo formidable, porque hay mucho de gregario en el ser humano, pero diera la impresión de que sólo para lo malo. En fin, 150.000 euros por una plaza de garaje, ver para creer...

Un saludo!

2 comentarios:

Nash dijo...

Sobre esto, obviamente, poco que comentar. ¿El delincuente es el que pide esta barbaridad de dinero o el que lo paga?

En cualquier caso no creo que se venda la plaza de garaje a ese precio. Llevo buscando casa activamente casi un año, y de forma contemplativa más de dos. Y desde el 2005 veo algunas casas a la venta a precios absurdos, sin éxito, claro. Si quieren vender tienen que bajar esos precios fuera de mercado, y es lo que están haciendo últimamente. Llevo un par de meses viendo bajadas de golpe de más de 30.000 euros, y aún así siguen siendo caras y sin posibilidad de venta. Espero que ese garaje sea un caso parecido, por el bien de los madrileños.

Mike dijo...

Ayer mismo fui a mi banco para saber cómo ha quedado mi hipoteca tras la revisión a los 6 meses y de 657 euros pasa a 779... Mientras tanto unos señores reunidos en Bruselas, o donde sea, que saben mucho de la banca, la macroeconomía y demás, toman decisiones que, a la hora de la verdad, desembocan en que los ciudadanos de a pie veamos reducido nuestro poder adquisitivo y por tanto calidad de vida. 120 euros extras al mes por los putos intereses, osea, ir 18 veces menos al cine, 6 veces menos a cenar, no comprar Coca-Colas, comer siempre en casa... No, si vivir se vive, pero ¿qué pasa con esas familias que van al límite?

Sobre los precios que comentas, obviamente algunos se han vuelto locos, como la del garaje. En el edificio de mi tienda dos vecinos pretendieron vender sus pisos a unos precios sencillamente insultantes y, la verdad, no ocultaré mi satisfacción al ver que efectivamente no los vendían ni a tiros, o lo que es lo mismo, no estafaban al personal.

Lo malo es que, ante el dinero, las ideologías se van a la mierda, la gente se vuelve ciega de ambición.

Un saludo!