2007/06/26

Reflexiones filosóficas (27)

<--Es curioso el hecho de que, entrados en conflicto con una persona por algo que nos resulta banal, absurdo o ridículo, incluso nos molestemos en intentar razonar sobre los hechos para reconciliarnos. Sin embargo, ¿qué clase de razonamiento se puede esperar de alguien que se molesta u ofende por algo, precisamente, insustancial? Probablemente sólo consigas empeorar las cosas. Si te paras a pensarlo bien entenderás que ya has llegado a un punto de encuentro previo: huye. Tú saldrás mejor parado y esa persona, sin duda, es todo cuanto merece.-->

Un saludo!

3 comentarios:

NSTR dijo...

En esta reflexión me gustaría hacer un matiz: ¿Qué sucede si a ti el hecho sobre el que se trata te resulta importante y al otro interlocutor le resulta tan ridículo que intenta hacerte ver que no debes discutir sobre ése tema?

Por ejemplo, a mi no me importa que gane o pierda El Madrid, pero a otro le resultará molesto mi pasotismo. Para mi discutir sobre ello es tontería, pero al otro le parecerá un desprecio hacia sus ideales.

Personalmente creo que discutir por discutir sobre algo sin sentido es tontería. El problema surge cuando para uno de los interlocutores la materia de discusión es importante.

Un saludo.

Mike dijo...

Supongo que tienes razón, pero no se trata tanto del tema en sí -que también podría, aunque sólo sea basándose en un patrón de tipo sociológico-, como de las formas. Es razonablemente respetable que alguien sienta verdadero fervor por el fúbol, pero no lo es que salta como un enfermo psicótico porque le digas, por ejemplo, que su equipo no gana desde hace 20 temporadas.

Recuerdo que hace años empecé a hablar con una norteamericana sobre la situación de China en aquel momento. Tal y como se está demostrando, le adelanté que presumiblemente sería una gran potencia en el siglo XXI. Ella saltó iracunda diciendo que en un país donde las mujeres viven explotadas no puede haber desarrollo, empezó a gritar y maldecir de una forma que, o bien la mandaba a tomar por el culo, o bien le daba la razón como a los tontos.

Dada mi forma de ser, opté por seguirle la corriente y, aun así, la muchacha prácticamente parecía que me regañaba una y otra vez. Evidentemente, es muy respetable pensar que un país no vaya a poder desarrollarse, o al menos no plenamente, mientras haya una serie de desigualdades sociales; pero si empiezas a maldecir a alguien porque expresa otra idea, igualmente respetable, pues creo firmemente que no mereces que esa persona pierda el tiempo en dabates insustanciales y estúpidos.

Un saludo!

NSTR dijo...

Ahora si que coincido :-)