<--A menudo, quienes aparentan una cierta despreocupación, ánimo u optimismo, disposición, incluso bondad ante los problemas, no son sino los ilusos, o incautos. Los primeros ignorantes de su entorno, los segundos de sí mismos. Llegada la penuria, tal vez quien advirtió en un principio de la misma sea el mejor preparado para afrontarla con garantías y, lo que es más importante, con principios, a diferencia de aquellos que nunca estuvieron preparados.-->
Un saludo!
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