Impuestos-atraco

Este post no pretende reflexionar sobre el sistema de impuestos, en el cual fundamentalmente creo con algunas y marginales reservas; pretende, de hecho, centrarse en aquellas excepcionales situaciones en que pagar impuestos se transforma en un acto de servilismo a un Estado sembrado de señores en corbata que se gastan millones en reformar sus casitas de verano y en sus viajes y... y les odiamos, ¡tesssoro!

Lo que más me llama la atención de la política es como la gente toma partido no ya por unas ideas (habitualmente de forma cerril*), sino por un grupo de señores cuya pugna conduce al trono del poder, para lo cual, no lo pongamos en duda, utilizarán todo tipo de artimañas: recurrir a sus bases más radicales para armar jaleo, tergiversar argumentos, criticar lo bueno, lo regular y lo malo por igual, mentir sobre verdades, afirmar mentiras, escupir discursos tibios y fundamentalmente deformes... Esta delegación irracional de nuestras supuestamente propias ideas en terceros de escasa confianza es un acto fundamentalmente egoísta, puesto que nuestros cimientos políticos se deben, básicamente, a nuestra situación vital.



Ejemplo clásico cenutrio de izquierdas: hay que cuidar de los pobres, que todo el mundo reciba atención, solidarizarse con el tercer mundo, asegurar unos servicios sociales... HORRIBLE VERDAD: vivo cutremente y odio a todo el que viva mejor, que se pudran, aunque yo siga igual, que se pudran mil veces y que vivamos todos jodidos, aaaaahhh (léase con ojos desorbitados, dientes chirriantes y tono seco, cuasi escupiendo).

Ejemplo clásico cenutrio de derechas: hay que garantizar la libertad del individuo, preservar la unidad de nuestro país, ser personas de moral y orden, promulgar la iniciativa... HORRIBLE VERDAD: soy un señorito de los cojones, me lo han dado todo hecho y encima pretendo creer que soy un tipo muy listo, muy educado y muy finolis, cuando en el fondo tengo el cerebro lleno de serrín, mmm (léase enarcando una ceja, con una sonrisa irónica dibujada y tono suave y ahogado).

Como se puede comprobar, envidia e hipocresía son los dos grandes defectos de estos dos tipos de cenutrios, de los cuales España está plagada, o si lo preferís, de la izquierda y la derecha más estúpidas. Luego, por supuesto, hay multitud de excepciones que no contemplaremos; lo que nos sirve, en definitiva, es como estos cenutrios delegan su endeble filosofía de vida en unos señores que, independientemente de ser unos incompetentes o unos genios, resultan en cualquier caso, sorprendente y fundamentalmente infalibles. ¡Pero es que estos señores son igual de egoístas!!! Tras sus empalagosas y sibilinas palabras, se esconde necesariamente el dinero, los palacetes, los coches oficiales por un lado y el poder, las influencias, el control por el otro.



Sé que no estoy diciendo nada nuevo: esto es simple y llanamente desconfianza en la clase política, en lo que España no está muy desarrollada, desconozco si por fortuna o desgracia. Pero volviendo a los impuestos, que parecían perdidos en la maraña de mis reflexiones, ¿alguien sabía que hacienda recauda también del valor hipotecado de una vivienda?

¡¡¡HACIENDA CHUPA DEL BOTE SOBRE EL VALOR DE UNA HIPOTECA!!! Sí señores, el Estado Social y Democrático de Derecho, donde se supone que vivimos, atraca a mano armada a aquellas personas que, no pudiendo pagar una vivienda al contado y debiendo hipotecarse para toda la vida, decide comprar esa casa cutre y salchichera en el barrio de la muerte.

+ Sobre el valor de la vivienda un 7% ITP, tócate los cojones, viva el estado social, esto son muchos miles de euros... Luego Montillita condonando deudas multi millonarias con cajas públicas... ¡qué asco!

+ Un 1,8% del valor hipotecado de por vida a un pobre ciudadano de a pie, otros tantos miles de euros... Luegos ves como en el parlamento catalán, por poner un ejemplo, se callan todos como putas por lo de las comisiones del 3%.

+ Notaría (un jodido millonario que chupa de estas transacciones y que se cree muy guay por haberse pasado 12 años sin salir de casa para sacar unas putas oposiciones).

+ Registro de la Propiedad (para archivar, controlar y garantizar el asalto al tren del dinero).

Eso sí, luego los promotores y demás gerifaltes se zafan de Hacienda cual grácil gacelilla... pero mientras tanto los gilipollas a pagar. ¡Qué triste que esto sea un hecho y no palabras que se lleve el viento! Y volviendo al inicio del post, ¿no os parece que determinados impuestos son poco menos que atracos a mano armada?

Un saludo!

(*) Literalmente, dicho de una persona: que se obstina en una actitud o parecer, sin admitir trato ni razonamiento.