<--La decepción es la forma más valientes de sufrimiento: emana de otros, pero la sentimos como propia. Está causada por otros, pero la sufrimos en silencio. Se debe a otros, pero la cargamos sobre nuestras espaldas. No te sientas estúpido tras ser decepcionado, pues quien abre su corazón y entrega su confianza es fuerte en sí mismo. El que abusa de tu buena fe, el que se aprovecha de tus sentimientos, ¿acaso no está falto de ellos? Aprende de tus errores, pero no te cierres al mundo, pues, sin darte cuenta, habrás pasado a ser uno de ellos.-->
Un saludo!
1 comentario:
Miguel, vagando por nuestro blog moribundo he reencontrado este texto y me ha gustado mucho. Adivina en qué momento lo he leído y en quién estaría pensando... En fin, la vida sigue y, en efecto, no voy a dejar de depositar mi confianza y cariño en otras personas simplemente porque puedan llegar a defraudarme. Si así lo hiciera, sería trágico para mí y para todos los que me rodean. Un abrazo!
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