2007/02/28

Me caes mal

Me cae mal. ¿Cuántas veces he escuchado esta frase, sobre mi, sobre segundos o terceros? En algunos casos causa sorpresa, en otros decepción, a veces hasta un alivio y hubo un tiempo, incluso, en que podía llegar a causar aflicción.

Pamplinas. Soy consciente de que hay mucha, mucha gente que cierra sus puertas a las primeras de cambio. Tal vez sea yo un bicho raro, rodeado de anormales, una especie de pirado súper confiado, o alguien carente de toda percepción... tal vez, pero lo dudo. Más bien diría que el fenómeno "me caes mal", o "me cae mal" para el caso, es un reflejo de los miedos, complejos y desconfianza que reinan en esta nuestra sociedad.

¿Pero qué pasa, que nadie puede caernos mal? No, no van por ahí los tiros, que hijos de perra los hay en todas partes. Me refiero más bien a esa primera impresión, de apenas unos segundos, por la cual mucha gente se permite decidir si alguien ha de caerles bien o mal. Podríamos aplicar el mismo rasero a "eres un tío de puta madre" o incluso el entrañable y bobalicón "eres un buen amigo" por parte de aquellos que apenas nos conocen.

Gracias a mi querida ex novia llegué a desarrollar, quiero creer, una cierta capacidad para encajar algunas piezas ante gestos, comentarios, actitudes de la gente. En realidad, básicamente, es una cuestión de pensar, pensar y pensar. Quien sabe, tal vez antes no pensara nada de nada y, de repente, se me abriese un mundo nuevo común a todos los mortales, me importa un huevo. Lo importante es que por supuesto tengo una primera impresión, más o menos aproximada, pero que en ningún caso me sirve como para decidir si alguien me ha de caer bien o mal de por vida, ¡Jesús! Si alguien me acaba pareciendo un gilipuertas, al menos, me aseguraré de haber reunido los elementos de juicio mínimos a tal fin y esto, en función del individuo en cuestión, puede ser cosa de días, semanas, meses... hasta años.

Amigo lector: si alguien habla por los codos, piensa en ese alguien como un parlanchín, pero si te sientes eclipsado, espabila. Amigo lector, si alguien es muy categórico, piensa en ese alguien como un prejuicioso, pero si te sientes inseguro, empieza a opinar. Amigo lector, si alguien es muy abierto sexualmente, piensa en ese alguien como un promiscuo, pero si te sientes acomplejado... sal a follar de una puñetera vez. En definitiva, ¿te caen mal, o tal vez te hacen sentir mal? He aquí la cuestión.

Es irónico, en cierto modo, que, cuando caemos mal a alguien que no nos conoce, sea ese alguien quien muy probablemente tiene problemas, no así nosotros. Ya lo decía, si no me equivoco, Voltaire: "si alguien te comenta que terceros hablan mal de ti, respóndele que entonces ¡qué cosas terribles dirían si realmente te conociesen!".

Un saludo!

7 comentarios:

Nash dijo...

No puedo estar menos de acuerdo contigo. Dices que cuando alguien afirma "fulanito me cae mal" en realidad piensa "fulanito me hace sentir mal, por mi inseguridad".

Vamos a ver, el "me caes mal" casi siempre es una expresión inexacta basada en generalizaciones. Normalmente significa "me pareces mala gente", "desconfío de ti", "me aburres", "no me interesas" o el mucho menos habitual "eres un cabrón hijoputa". Y que alguien no tenga las mismas inquietudes que tú no creo que tenga nada que ver con que te haga sentir mal por tu intrínseca inseguridad.

Y sobre el tiempo necesario de juicio sobre estas cuestiones, es tremendamente relativo. En sociedad nos solemos basar en arquetipos, es decir, en ir de lo particular a lo general. Esto implica un cierto porcentaje de errores. Escaso, pero inevitable. Te arriesgas a equivocarte con alguien (y perderte a una persona que merece la pena) a cambio de no perder el tiempo con una gran mayoría. Digamos que es optimización de los recursos disponibles, o ahorro temporal, o economía social, o como lo quieras llamar...

Mike dijo...

Nash, no hacía falta que me dijeras que no estás de acuerdo conmigo :-)

Tal vez tú tengas razón, tal vez una gran mayoría no merezca la pena, de hecho a veces siento que nadie la vale... pero, qué quieres que te diga, prefiero creer que una gran mayoría sí merece la pena, aunque, en efecto, con más de un gilipuertas acabas topando.

Sobre lo de gilipuertas, por cierto, es una forma de hablar, pero todo lo que dices vale igualmente... e igualmente absurdo me parece concluirlo de buenas a primeras.

Aun así, ¡cuánta gente nos causa una buena primera impresión y luego se revela decepcionante!

Un saludo!

Mike dijo...

Por cierto, si te sirve de algo, con el tiempo y como ya he dicho, he acabado asumiendo que formas parte de la mayoría, así que tal vez sea yo el rarito (seguramente).

Al menos, en tu caso, la hipocresía desaparece y, en su lugar, brillan con la fría luz del acero los ojos grises de Nash TM XD

Un saludo!

PD: mítica la mirada a nuestro amigo el fantasma XDXDXD

Nash dijo...

Es gracioso, pero en realidad tienes el mismo comportamiento que criticas... es decir, criticas que a alguien fulanito le "caiga mal", pero en cambio tu concluyes que esa persona esconde sus inseguridades detrás del "fulanito me cae mal". En fin, generalizas en base a un solo hecho ¿no?

De lo demás mañana te contesto o hablamos en persona, que por lo que veo hay muchas posibilidades de debate. Y por cierto, pones en mi boca palabras que jamás he dicho, ni pensado; dices que digo que "tal vez una gran mayoría no merezca la pena". No es cierto, una gran mayoría merece la pena, tal vez lo que no merece la pena es el esfuerzo de descubrirles. El esfuerzo suele ser mayor que la recompensa.

Mike dijo...

Hombre, si, a la hora de conocer personas, el esfuerzo es mayor que la recompensa, podría decirse, literalmente, que "no merece la pena" [el esfuerzo] con respecto a [la recompensa], ¿no?

Sobre el primer párrafo, puede que generalice en base a un hecho, es cierto, de hecho ya se ha comentado por aquí que, o bien generalizamos, o damos por finiquitado el blog, como no podría ser de otra forma. Ahora bien, en el otro caso ("fulanito me cae mal"), la generalización se produce en base a multitud de apariencias, gestos, actitudes: lleva piercings, pelo de colores, habla por los codos, no para de hacer chistes, mira fijamente, es muy callado, está como al margen, parece un superficial, es gay... o una combinación de estos y muchos otros. Es decir, fíjate bien que contradicción: se engloban múltiples elementos y se generalizan todos ellos para llegar a una misma y sola conclusión, "fulanito me cae mal"... ¿qué coño exactamente es lo que cae mal? ¿por qué entonces caen mal personas tan distintas? Hablo siempre de primeras impresiones.

De todas formas, en realidad dejo caer la pregunta. Tampoco creas que yo estoy muy satisfecho con mi forma de ser en este sentido: más de una vez hubiera querido -y os lo he dicho- pasar de determinadas personas, incluso cuando ya había reunido los elementos de juicio suficientes y, no obstante, seguía siendo completamente incapaz por pretendidos vínculos emocionales que no existían más que en mi débil psique... ¡oh Dios mío!!!

Es cierto Nash, también me he liado la vida con mucho gilipuertas, pero eso no quita que tampoco entienda ni comparta el clásico "me cae mal"; dicho lo cual y, en cualquier caso, prefiero pecar de confiado y positivo que de lo contrario... o por el momento, mientras no aparezcan varias chifladas (jeje) seguidas, es lo que pensaré :-)

Un saludo!

Nash dijo...

Claro, claro; lo que no merece la pena es el esfuerzo. No es que la persona no merezca la pena, que es lo que decías que dije.

Entonces por lo que veo nuestras opiniones se van acercando poco a poco. Es decir, aceptas que a alguien "fulanito le caiga mal" siempre que antes haya reunido indicios suficientemente elocuentes como para llegar a esa conclusión. En ese caso estamos de acuerdo, pero a veces, en algunos casos muy escasos, una primera impresión ya aporta esos indicios.

Lo que yo critico es que una vez se llega a una conclusión, tras reunir la información necesaria y desarrollar un proceso racional analítico, uno se engañe a sí mismo. Un poco lo que tú dices, seguir insistienddo con una persona que sabes que no te va a aportar nada bueno (y sí mucho malo) sin saber muy bien por qué. Pero bueno, ya sabes, todos tenemos nuestras debilidades... ;-)

Mike dijo...

Entonces no nos vamos acercando, sino que estamos completamente de acuerdo, bah, ya no hay nada de qué hablar :-)

Ahora es cuando Ramsey diría: "¿y qué es recoger datos suficientes?", pero bueno, tú y yo nos hemos entendido XD

Lo que yo pretendo criticar es el "me caes mal" a la media hora que, tal vez, en algunos casos sea lícito como dices, pero en mi opinión presencio demasiado.

Otra cosa muy distinta es el nivel de tolerancia propio de cada uno y dónde quiera fijar sus límites. Ahí ya cada cual con su conciencia: yo, efectivamente, no creo tener tal límite, por desgracia :-)

Por otro lado, podría decirse que si a mi alguien me cae mal... ¡válgame Dios, qué clase de criatura de los abismos ha de ser! XDXDXD

Un saludo!