2007/03/07

Reflexiones filosóficas (17)

<--Se dice que la indiferencia es el más contundente y exquisito de los reproches, pero no siempre es así. La verdadera indiferencia llega cuando, puestos a pensar en algo que alguna vez nos ha herido o molestado, mantenemos la calma y comprendemos, en definitiva, por qué las cosas son como son. Dicho de otro modo: la indiferencia debe ser fruto de una decisión y no la decisión en sí misma. Quien gira la cabeza, huye de los problemas y no entiende absolutamente nada, muy probablemente se esté torturando en silencio mucho más allá de la persona supuestamente rechazada.-->

Un saludo!

1 comentario:

Mike dijo...

[mini-Mike]

Querido Mike, aunque nadie te contesta, mini-Mike sabe que ésta es una de tus piedras angulares ideológicas. En efecto, ¡cuánta gente dice "paso" cuando en realidad piensa "huyo"!

Prefieres pensar, probablemente, más de la cuenta, antes que huir... enhorabuena: mientras no puedas pasar de verdad, siempre será mejor que meter el rabo entre las piernas.

Ahora sólo te falta distinguir qué cosas realmente merecen la pena, pues de algunas no habría que llegar siquiera al punto de pasar o no pasar, sino de IGNORAR: otro recurso comunmente confundido (también por el miedo, la duda o la simple molestia), pero en esencia correctísimo cuando es tal.

Un saludo!