2006/11/27

¡Taxi!



Un taxista se operó de una luxación en la Seguridad Social y como no había sitio en traumatología le llevaron a la unidad de quemados. Su compañero de cuarto era un tío al que le habían quemado la casa con él dentro y se había chamuscado el 65% de su cuerpo. Por lo visto se había liado con la hermana de un rumano con muy mala hostia. El hombre no perdía su buen humor y decía que con la vitamina que le daban estaba mudando la piel y se le iba a quedar un cutis más suave que el de David Beckam. El taxista decía que si se lo hacían a él cogía al rumano, le pegaba un tiro en brazos y piernas, le rociaba de gasolina y le tiraba una cerilla.

Y otro me dijo que si quería ganar dinero que fuera con él a una reunión que se iba a celebrar entre semana, que no le permitían desvelar nada, pero me dio una tarjeta con un teléfono al que debía llamar, sólo por ir me daban 100 euros y si me preguntaban tenía que decir que no tenía novia.

Otro me contó que el pasado verano se fue a Cancun con unos amigos para olvidarse de su ex mujer, a la que se había encontrado con su monitor de reiki arreglándole los chakras. Allí conoció a una mulata y se la llevó al hotel, cuando estaban en la habitación ella le anunció que tenía que pagarle 20 dólares por adelantado. Él le dijo que ni de coña, y ella que se asomara a la ventana y viera al negro de las cadenas de oro, que si no le pagaba le iba a romper la cabeza. Al final sólo le dio 17.

Uno que una vez una universitaria al salir de una fiesta en Pozuelo le dijo que tirara por la carretera de la Coruña sin especificarle destino. Le pidió que parara en una gasolinera para comprar un bocadillo y se tiró un buen rato hablando con el dependiente. Después volvió a meterse en el coche y le pidió que volviera al chalet de al lado de la fiesta, que había salido porque no quería encontrarse con su novio. Cuando llegaron el taxímetro marcaba 50 euros y le dijo que iba a entrar a su casa a por dinero. Salió un gorila gritándole y diciéndole que qué hacía dándole vueltas a la niña, que qué clase de estafador era y le amenazó con pegarle. El taxista se fue sin cobrar.

Y el que me contó todo indignado que un chaval se bajó del taxi sin pagar y tuvo que correr detrás de él hasta que pudo alcanzarlo, le tiró al suelo y empezó a darle patadas. Cuando vio pasar un coche de policía les llamó y en lugar de ayudarle a matarlo le denunciaron. Después del juicio tuvo que pagarle una indemnización al chaval por romperle una costilla.

La Comisión Regional de Precios estudia la aprobación de la subida del precio de los taxis para las noches de los fines de semana propuesta por el Ayuntamiento de Madrid, a instancia de su concejal de Movilidad Pedro Calvo. Si la propuesta sale adelante, la bajada de bandera costará 2,90 euros, 1,15 más que la tarifa actual, lo que supone un incremento del 67%. Dicen que es para incentivar a los taxistas por la prestación del servicio, pero en realidad lo que se paga es un suplemento por amenizar la vuelta a casa.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

yo soy pobre y vuelvo en buho,pero no son tan majos los del bus



de hecho,un bus hoy casi me atropella



(mikeeee qui ti vi el vierneeees!!)que iluuuu

Mike dijo...

Emmm... no entiendo muy bien las personas ni los tiempos verbales, ¿tiene truco, o la cosa va de taxis? Creo que se me escapa algo, pero al grano, mis experiencias más raras en este sentido:

A- Un taxista joven que va con música bakala. Al principio de buen rollo, en confianza... luego abusando de la misma. Me insulta un par de veces, como quien no quiere la cosa ("mira qué hijo puta") y, cuando le digo donde detenerse, me para donde le da la gana, en plan "¡qué cachondo el señorito!". Supuse que estaría drogado.

B- Un taxista maduro y serio, en principio normal. Yo voy con mis cascos, escuchando música. De pronto, el taxista da un frenazo porque un coche se cruza, o algo así, a lo que yo exclamo "¡uy!", sin más, de buenas. El tipo se gira, lentamente, y se me queda mirando... pasan los segundos... me quedo flipando y me suelta "eso os pasa por la mierda esa que os ponéis en los oídos", con voz de ultratumba. Después, todo normal otra vez.

C- Un taxista joven, de unos treinta y pico, tal vez cuarenta y pocos, completamente misógino. Durante todo el trayecto se tira tachando a las mujeres de putas, de que te sorben los sesos, te chupan la vida, todo por un polvo, con auténtico odio. Me dice que, por fin, se ha decidido por comprar una muñeca hinchable y me cuenta como se la tira.

Creo que eso es más o menos todo, después hay anécdotas, claro, pero eso ya no sería digno del blog. Por cierto, seguro que Ramsey puede arrojar mucha luz sobre este asunto.

Finalmente, lo de subir las tarifas para los taxis en las noches del fin de semana me parece fenomenal, porque en la práctica y en según qué zonas, es imposible coger uno.

Un saludo!

Mike dijo...

Vera, a mi también me hizo ilu, ¡esa noche coincidí con todo el mundo!

Un beso gordo***

Serge dijo...

Lo de las personas y tiempos es una pequeño experimento dadaista pero sí que va de taxis la cosa y seguro que Ramsey debe tener experiencias por un tubo a ver si se descuelga con alguna pero no creo que haya que subir el precio para que se dignen a pararte por esa regla de tres habría que multiplicar por mil el precio de cualquier servicio y supongo que ya estaréis notando lo perjudicado que salgo del trabajo me acuerdo de un tío de cuando iba al instituto que escribía así sin puntos ni comas no me me acuerdo como se llamaba pero era de las vanguardias literatura de cou saludos y abrazos para todos

Nash dijo...

La de historias que me pierdo por no ir en taxi...
Pero es que me lo prohibe mi religión.

Mike dijo...

Sergio, deberías echar un vistazo a "Campos semánticos", de Gabrial Celaya... poesía experimental en estado puro, última trayectoria creativa del autor, verdaderamente delirante.

Un saludo!

Anónimo dijo...

alguien me deja 5 leuros pal tasis?

Serge dijo...

güeno, pero para ir de Callao a pza de España, no es mejor ir andando? :)