Hace unos días que pienso en escribir un gran artículo, que emocione a todo el que se aproxime a él. Quiero golpear el teclado a una velocidad vertiginosa sin necesidad de rebuscar en mi corteza la palabra exacta, que mi genio creador vaya tiñendo la pantalla de caracteres capaces de manejar el lenguaje con melodiosa rotundidad. Quiero descubrir al mundo la raíz que subyace sobre todas las cosas que vemos, oímos y tocamos. Contribuir a dignificar nuestra especie, haciendo que la cultura universal progrese gracias a mi clarividencia.
Con esa intención enciendo el ordenador y medito un segundo el contenido de mi obra maestra.
Medito un segundo más mientras el cursor parpadea.
Medito mucho.
Y siento miedo.
5 comentarios:
Yo iba a responderte sin escribir nada y me ha salido el siguiente error:
Este campo no puede dejarse en blanco
¿A que acojona?
Joder, qué gran post, me recuerda a "1984", cuando el prota se sienta ante el libro clandestino y permanece atontado, mirada perdida.
Un saludo!
Atentos, he conseguido que Miguel lea un libro!!! :) Me siento orgulloso, más aún tratándose de 1984, que, por cierto, si no lo habéis leído, ya lo estáis comprando, o descargando, o lo que sea. Para los más vagos, también hay una adaptación cinematográfica muy digna, dirigida por Michael Radford y protagonizada por John Hurt. Bye!
Sergio, me has recordado un relato bastante inconexo que escribí hace tiempo, a ver si lo encuentro y lo cuelgo por aquí... Mientras seguiré observando mi monitor parpadeante...
1984 seguro que es seria candidata al top 5 de libros.
Publicar un comentario